SCRUM y Metodología Agil
Metodología ágil:
La Metodología Ágil es un método para la gestión y ejecución de proyectos que se centra en generar valor de forma veloz y sostenida, adaptándose continuamente a los cambios y promoviendo una colaboración cercana entre todos los participantes. Este enfoque se fundamenta en el Manifiesto Ágil, que define cuatro principios esenciales:
Interacción: Se destaca la relevancia de la comunicación directa y la cooperación humana para impulsar soluciones efectivas.
Eficacia funcional: Se prioriza la entrega de productos operativos a través de mejoras incrementales, evitando la sobreabundancia de documentación.
Comunicación: Se favorece una implicación activa y constante del cliente, lo que permite ajustar el desarrollo del proyecto según sus necesidades.
Adaptación: Se reconoce que los proyectos evolucionan, por lo que el proceso se modifica conforme se obtiene nueva información y surgen nuevos retos.
Scrum es un marco de trabajo ágil diseñado para gestionar proyectos complejos de forma iterativa. Se estructura en roles, eventos y artefactos que promueven la mejora constante:
Roles Principales:
Product Owner: Responsable de maximizar el valor del producto, define y prioriza los requerimientos del cliente.
Scrum Master o Facilitador: Facilita la adopción de prácticas ágiles, elimina impedimentos y protege al equipo de interferencias, es un guía en el proceso que puede limitar y orientar al equipo según sea el caso.
Equipo de Desarrollo: Grupo multidisciplinario autogestionado que transforma los requerimientos en incrementos funcionales.
Ciclo de Trabajo: Los proyectos se organizan en sprints (cuya duración puede ser de 2 a 4 semanas), durante los cuales se planifican, ejecutan y revisan tareas, permitiendo una inspección y adaptación constantes.
- Inicio.
- Planificación y estimación.
- Implementación.
- Revisión y retrospectiva.
- Lanzamiento.
- Compromiso
- Resultados tangibles sobre documentación extensa
- Respuesta ante cambios (Adaptabilidad)
- Soporte tecnológico
- Criterios claros de finalización
En
conclusión, la Metodología Ágil enfatiza la colaboración, la adaptabilidad y la
entrega continua de valor al cliente según sus requerimientos. Por su parte,
SCRUM estructura este enfoque en ciclos cortos (sprints) y roles definidos que
un equipo de desarrollo debe trabajar, permitiendo responder de manera flexible
a los cambios y obtener resultados tangibles por encima de la sobre
documentación y otros aspectos que hoy en día dejan de ser tan importantes.

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